

Anorgasmia en pareja: ¿Por qué solo con otra persona?
La anorgasmia, o la dificultad para alcanzar el orgasmo, es un problema que puede presentarse en algunas circunstancias concretas y en otras no, por ejemplo puede presentarse solo durante las relaciones sexuales en pareja e individualmente mediante la autoestimulación no presentar ningún problema. Esto puede parecer confuso, pero comprender sus causas suele ser el primer paso para mejorar y mantener una vida sexual más plena y satisfactoria.
- Falta de comunicación sexual con la pareja. Una de los principales motivos es la falta de comunicación en lo que refiere al sexo y sus prácticas, preferencias y gustos. El desconocimiento de los deseos, necesidades y expectativas sexuales puede generar cierta desconexión emocional. Un área que se desconoce es un área que no se comparte. ¿Te imaginas crear un proyecto de vida con tu pareja sin saber qué quiere para su futuro? Si quiere tener hij@s o no, ¿dos o cuatro?, ¿viviremos en la ciudad o preferimos vivir en el extranjero?… Lo vemos inviable sin comunicación ¿verdad?. La falta de comunicación puede acabar creando presión, inseguridad y ansiedad, dificultando la posibilidad de alcanzar el orgasmo.
- Autoexigencia y presión por “hacerlo bien”. La autoexigencia y la presión por satisfacer a la pareja o por cumplir ciertas expectativas también son factores a tener en cuenta. Sería lo que Abraham y Porto denominaban factores generadores de ansiedad, “obligación de resultados”. El miedo al fracaso, de no cumplir con las expectativas y la necesidad de “dar la talla” puede interferir y bloquear la respuesta del orgasmo.
- Desconexión emocional o falta de intimidad. El sexo además de ser físico también es una forma de vincularnos, tiene un componente afectivo y emocional. El orgasmo en pareja a menudo está relacionado con el grado de complicidad y afecto emocional. La falta de conexión emocional con la pareja puede hacer que se dificulte el orgasmo. En numerosos casos es frecuente intervenir en la relación de pareja antes que sobre el problema sexual, mantener una mala intimidad relacional o una relación conflictiva son factores que también producen ese distanciamiento emocional y pueden afectar a la respuesta orgásmica.
- Ritmos y expectativas sexuales diferentes. Cada persona tiene un ritmo sexual y cuando no coinciden puede ser difícil llegar al orgasmo. No por la propia diferencia del ritmo sexual, sino por la fricción que puede generar. Si un miembro de la pareja considera que mantiene pocas relaciones y no lo acepta o lo comunica y mejora la frecuencia sexual, es probable que con el paso del tiempo se sienta frustrad@ e insatisfech@, generándose un conflicto y una presión que recaerá sobre la otra parte de la relación, que puede acabar sintiéndose agobiad@, presionad@ o incluso confundid@… lo que puede acabará afectando a la satisfacción sexual de la pareja.
- Problemas de confianza o inseguridad en la relación. La falta de confianza o inseguridad en la relación puede interferir con la capacidad de disfrutar del sexo. Un ambiente donde no estemos cómod@s y segur@s dificultará la relajación necesaria para alcanzar el orgasmo (de igual modo que resultará muy difícil dormir si estamos en alerta o asustados).
- La rutina y la falta de novedad. En algunas parejas se puede presentar debido a la rutina en la vida sexual. La repetición de las mismas conductas y prácticas, escenarios y guiones, puede acabar generando desinterés por la propia rutina, y consecuentemente se reducirá la excitación y mermará las probabilidades de alcanzar el orgasmo.
Anorgasmia en pareja: ¿Por qué solo con otra persona?
La anorgasmia, o la dificultad para alcanzar el orgasmo, es un problema que puede presentarse en algunas circunstancias concretas y en otras no, por ejemplo puede presentarse solo durante las relaciones sexuales en pareja e individualmente mediante la autoestimulación no presentar ningún problema.
Esto puede parecer confuso, pero comprender sus causas suele ser el primer paso para mejorar y mantener una vida sexual más plena y satisfactoria.
– Falta de comunicación sexual con la pareja. Una de los principales motivos es la falta de comunicación en lo que refiere al sexo y sus prácticas, preferencias y gustos. El desconocimiento de los deseos, necesidades y expectativas sexuales puede generar cierta desconexión emocional. Un área que se desconoce es un área que no se comparte. ¿Te imaginas crear un proyecto de vida con tu pareja sin saber qué quiere para su futuro? Si quiere tener hij@s o no, ¿dos o cuatro?, ¿viviremos en la ciudad o preferimos vivir en el extranjero?… Lo vemos inviable sin comunicación ¿verdad?. La falta de comunicación puede acabar creando presión, inseguridad y ansiedad, dificultando la posibilidad de alcanzar el orgasmo.
– Autoexigencia y presión por “hacerlo bien”. La autoexigencia y la presión por satisfacer a la pareja o por cumplir ciertas expectativas también son factores a tener en cuenta. Sería lo que Abraham y Porto denominaban factores generadores de ansiedad, “obligación de resultados”. El miedo al fracaso, de no cumplir con las expectativas y la necesidad de “dar la talla” puede interferir y bloquear la respuesta del orgasmo.
– Desconexión emocional o falta de intimidad. El sexo además de ser físico también es una forma de vincularnos, tiene un componente afectivo y emocional. El orgasmo en pareja a menudo está relacionado con el grado de complicidad y afecto emocional. La falta de conexión emocional con la pareja puede hacer que se dificulte el orgasmo. En numerosos casos es frecuente intervenir en la relación de pareja antes que sobre el problema sexual, mantener una mala intimidad relacional o una relación conflictiva son factores que también producen ese distanciamiento emocional y pueden afectar a la respuesta orgásmica.
– Ritmos y expectativas sexuales diferentes. Cada persona tiene un ritmo sexual y cuando no coinciden puede ser difícil llegar al orgasmo. No por la propia diferencia del ritmo sexual, sino por la fricción que puede generar. Si un miembro de la pareja considera que mantiene pocas relaciones y no lo acepta o lo comunica y mejora la frecuencia sexual, es probable que con el paso del tiempo se sienta frustrad@ e insatisfech@, generándose un conflicto y una presión que recaerá sobre la otra parte de la relación, que puede acabar sintiéndose agobiad@, presionad@ o incluso confundid@… lo que puede acabará afectando a la satisfacción sexual de la pareja.
– Problemas de confianza o inseguridad en la relación. La falta de confianza o inseguridad en la relación puede interferir con la capacidad de disfrutar del sexo. Un ambiente donde no estemos cómod@s y segur@s dificultará la relajación necesaria para alcanzar el orgasmo (de igual modo que resultará muy difícil dormir si estamos en alerta o asustados).
– La rutina y la falta de novedad. En algunas parejas se puede presentar debido a la rutina en la vida sexual. La repetición de las mismas conductas y prácticas, escenarios y guiones, puede acabar generando desinterés por la propia rutina, y consecuentemente se reducirá la excitación y mermará las probabilidades de alcanzar el orgasmo.





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