Para un tratamiento eficaz es importante una evaluación exhaustiva para obtener un diagnóstico correcto y preciso.
Esto es porque en función del diagnóstico y descartando (o teniendo en cuenta) los factores orgánicos, variará la intervención.
No obstante, podemos partir de la idea de mejorar la sexualidad, disminuir los niveles de ansiedad, erradicar los pensamientos disfuncionales y mejorar la comunicación en la pareja.
Como resultado de todo lo anterior, se disminuirá la ansiedad mantenedora de la disfunción en la mayoría de casos.
¿Cómo se consigue esto?
Inicialmente es importante la psicoeducacion y el crecimiento erótico.
Seguidamente, aprender a gestionar la respuesta de ansiedad a través de técnicas de relajación y mejorando la comunicación en pareja. Una actitud colaborativa de la pareja mejorará el pronóstico.También es importante erradicar los pensamientos extremistas y disfuncionales, ya que son generadores de ansiedad.
Finalmente, una vez establecidas las bases del problema y entendiendo porqué se mantiene, la terapia se enfocará en ejercicios y herramientas para conseguir mayor control sobre la erección así como de gestión atencional, ya que al estar pendiente a la erección, probablemente acabe resultando frustrante.