En el deseo sexual hipoactivo del hombre resulta relativamente sencillo diferenciar el deseo y la excitación.
La excitación se refiere a los cambios físicos que surgen cuando hay una estimulación sexual externa o interna, produciendo una erección.
Consiste en la ausencia permanente y persistente de fantasías eróticas y motivación para acceder a las relaciones sexuales.
TRATAMIENTO
Para el tratamiento del deseo, como ante cualquier intervención, es importante comenzar con una entrevista exhaustiva. Con ello establecemos la hipótesis del problema y descartamos otros problemas asociados. Según el caso, abordamos una serie de problemas influyentes en el deseo (por ejemplo, intervenir con terapia de pareja, ya que si la relación está muy deteriorada es poco probable mejorar el deseo).
Descartados estos problemas «añadidos», nos centraremos en aumentar el deseo a través de una serie de propuestas y mejorando la intimidad en la relación, ya que contribuye positivamente al deseo.
¿Cómo se consigue?
Como se plantea en el punto anterior, disminuir la ansiedad, mejorar la relación de la pareja, favoreciendo un espacio para la intimidad y para los ejercicios que se planteen durante el proceso, aumentando el intercambio de conductas positivas y trabajando los pensamientos negativos respecto al sexo y el desempeño sexual. Mejorando notablemente el nivel de deseo.
También se trabaja a nivel individual, fomentando y estableciendo un tiempo dedicado para el aumento del deseo sexual a través de la autoestimulación, lecturas eróticas, fantasías, etc.