Hasta hace relativamente pocos años, la mayoría de problemas de disfunción eréctil se consideraban de origen psicológico.
Debido al avance de la medicina, el porcentaje de causas de tipo orgánico aumentó considerablemente.
Por lo tanto, ante una disfunción eréctil, las posibilidades de su origen podrían ser:
-Comienzo orgánico y mantenimiento psicógeno.
-Inicio y mantenimiento psicógeno pero con un factor orgánico.
-Comienzo y mantenimiento psicógeno.
-Inicio orgánico agravado por el factor psicogeno y persistiendo el factor orgánico.
-Comienzo y mantenimiento orgánico.
Alteraciones orgánicas.
Como consecuencia ante cualquier desajuste en los mecanismos fisiológicos que intervienen en la erección. Por este motivo es importante tener en cuenta los factores de riesgo y enfermedades que puedan repercutir sobre la erección, por ejemplo:
-Diabetes
-Hipertensión
-Alteraciones hormonales
-Farmacología
-Tabaco
-Alcohol
Aspectos psicológicos.
Además de los factores de riesgo y enfermedades, existen ciertos aspectos psicológicos a tener en cuenta.
Hartmann clasifica las causas de la disfunción eréctil psicógena en tres grupos:
-Factores inmediatos (ansiedad de ejecución)
-Acontecimientos vitales traumáticos
-Vulnerabilidad desarrollada en la infancia o adolescencia
Asimismo, la ansiedad de ejecución actúa cómo precipitante y mantenedor del problema.
Abraham y Porto ya denominaron en 1979 los principales factores generadores de ansiedad:
-Temor al fracaso
-Obligación de resultados
-Altruismo excesivo
-Autoobligacion.
Todos estos factores son disparadores de ansiedad, como resultado, la persona que presenta el problema reacciona negativamente, ya que a mayor nivel de ansiedad, es más probable que se obceque con el problema. Por lo tanto, resultará más difícil conseguir o mantener la erección bajo dichos niveles de ansiedad.