El síndrome del cuidador.

El síndrome del cuidador se refiere a una serie de consecuencias y/o síntomas que surge en personas cuidadoras a causa de la sobrecarga que les supone. Lo que acaba repercutiendo en su salud física, mental y social.

El desbordamiento que supone el cuidado de dicha persona hace que el cuidador deje de atender sus propias necesidades, lo que acaba repercutiendo a varios niveles.

 

Por un lado, síntomas físicos como sentir pérdida de energía, sensación de fatiga, cansancio, dolor de espalda incapacidad para relajarse…

Por otro lado, síntomas psíquicos como alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, irritabilidad, apatía, nerviosismo…

Y finalmente síntomas sociales como aislamiento, pérdida de interés, reacción desmesurada ante las críticas, etc.

 

Todo lo anterior suele verse agravado por la continuidad a lo largo del tiempo (frecuentemente mantenidas a medio-largo plazo) y por la implicación emocional existente.

 

 

El síndrome del cuidador.

El síndrome del cuidador se refiere a una serie de consecuencias y/o síntomas que surge en personas cuidadoras a causa de la sobrecarga que les supone. Lo que acaba repercutiendo en su salud física, mental y social.

 

El desbordamiento que supone el cuidado de dicha persona hace que el cuidador deje de atender sus propias necesidades, lo que acaba repercutiendo a varios niveles.

 

Por un lado, síntomas físicos como sentir pérdida de energía, sensación de fatiga, cansancio, dolor de espalda incapacidad para relajarse…

Por otro lado, síntomas psíquicos como alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, irritabilidad, apatía, nerviosismo…

Y finalmente síntomas sociales como aislamiento, pérdida de interés, reacción desmesurada ante las críticas, etc.

 

Todo lo anterior suele verse agravado por la continuidad a lo largo del tiempo (frecuentemente mantenidas a medio-largo plazo) y por la implicación emocional existente.

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