Si quedo con Manolo a las 18:00 para tomar un café.
A las 17:00 le escribo para retrasarlo a las 19:00.
Y a las 18:50 atropellan a Manolo camino a la cafetería…
¡La CULPA NO ES MÍA! por cambiar la hora…
(“ la culpa es mía por retrasar el café…
si hubiésemos quedado a las seis…”)
[La RESPONSABILIDAD será de Manolo por cruzar sin mirar
o del coche por saltarse el paso de cebra… pero no mía]
¿Recordáis eso de las distorsiones cognitivas?
Presta atención a tus pensamientos y ponlos en su sitio,
te ahorrarás mucho malestar.