Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), el Trastorno Adaptativo (TA) se define como un trastorno relacionado con el estrés ya que las situaciones estresantes y frecuentes son su primera causa (Kocalevent, Mierke, Danzer, & Burghard, 2014).
Los trastornos de adaptación, al contrario que la respuesta de estrés, se considerarían “respuestas desadaptativas” a un estrés continuo o severo porque generalmente produce un malestar prolongado, lo que resulta en una pérdida de interés, desesperanza, frustración, además de tristeza y ansiedad.
Como consecuencia de sufrir situaciones estresantes, se puede prestar más atención a las sensaciones e interpretarlas como amenazantes o peligrosas. Como resultado, esta forma de percibir las sensaciones genera mayores niveles de ansiedad (Rapee, Litwin, & Barlow, 1990).