Ya se decía mucho antes de la llegada de Mr. Wonderful.
Y no… no se trata de ser pesimistas,
pero tampoco vivimos en yupilandia.
Se trata de ser realistas no dejarnos llevar por inferencias,
anticipaciones y otro tipo de pensamientos irracionales
y tampoco dejarnos llevar por un “optimismo tóxico”
o empedernido que lo único que servirá es para
crearnos unas expectativas (a veces poco a nada realistas)
que nos producirá decepción, crispación e irritabilidad.
“yo me hago la idea de lo peor y así después me llevo una alegría”
“y ese malestar gratuito que te generas… dónde queda?”
Así que ya sabéis, “ni tanto ni tan poco”