La ansiedad de ejecución es uno de los desencadenantes de la pérdida de la erección, actuando como precipitante y mantenedor del problema.
Abraham y Porto (1979) denominaron factores generadores de ansiedad:
-Temor al fracaso: miedo a las consecuencias de no conseguir o mantener la erección (“y si fallo…?”)
-Obligación de resultados: presionarse por conseguir unos resultados concretos (“tengo que…”)
-Altruismo excesivo: estar más pendiente al disfrute de la pareja sexual que al propio (“no está disfrutando…”)
-Fenómeno de auto-observación: estar hipervigilante a tu propia respuesta sexual (“esto no funciona…”)
Como vemos, este tipo de pensamientos, fijaciones o presiones autoimpuestas, lo único que hacen es mermar la respuesta sexual…