El síndrome de la niña buena «no existe».
El síndrome de la niña buena refiere un conjunto de
características y conductas, en las que la mujer :
– Adopta un rol sumiso en las relaciones interpersonales.
– Otorga más importancia a las necesidades y deseos ajenos
que a los propios.
– Necesita la aprobación externa.
Ese conjunto de características sí que pueden darse (y se dan),
es lo que Theodor Millon denominó «rasgos de la personalidad» sobre el año 98.
En el caso que nos ocupa, hablaríamos de una mezcla de rasgos dependientes/sumisos, autodestructivos y evitativos, lo que se traduce en
una necesidad de aprobación que antepone los preferencias y deseos
ajenos a los propios, con tendencia evitativa.