El modelo triangular del amor de Sternberg:
Componentes y tipos de pareja.

El modelo triangular del amor de Sternberg: componentes y tipos de pareja.

El modelo triangular del amor de Sternberg: Componentes y tipos de pareja.

En terapia de pareja, una de las teorías más utilizadas es el modelo triangular del amor propuesto por Robert Sternberg. Este modelo describe cómo el amor se compone de tres elementos fundamentales: intimidad, pasión y compromiso.

 

Según Sternberg, la combinación de estos tres componentes da lugar a distintos tipos de relaciones amorosas:

  • Intimidad: La cercanía, confianza y conexión emocional entre los miembros de la pareja.
  • Pasión: El deseo físico y la atracción sexual que se experimentan en la relación.
  • Compromiso: La decisión de mantener la relación a largo plazo y la disposición a trabajar en ella.

¿Qué es el «amor consumado»?

El amor consumado, según Sternberg, ocurre cuando los tres componentes están presentes y equilibrados. Es el tipo de amor idealizado, donde la pareja experimenta una fuerte conexión emocional, una intensa atracción física y un compromiso mutuo.

 

¿Siempre es necesario tener los tres componentes?

Aunque el modelo de Sternberg establece que el amor consumado se basa en la presencia de los tres componentes, en la práctica esto no siempre se aplica de manera estricta. Por ejemplo, una pareja puede experimentar una relación satisfactoria y estable sin tener los tres componentes en su máxima expresión. Esto es especialmente relevante en relaciones donde, por ejemplo, ambos miembros se definen como asexuales. En estos casos, el componente de pasión puede estar ausente, pero la relación sigue siendo satisfactoria debido al fuerte vínculo de intimidad y compromiso.

 

El verdadero desafío: las diferencias en los componentes

El problema no radica en tener o no los tres componentes, sino en las diferencias en lo que cada miembro de la pareja espera o necesita de la relación. Por ejemplo, si uno de los miembros desea más intimidad, pasión o compromiso, y no recibe la respuesta esperada por parte de la otra persona, pueden surgir conflictos. La clave está en la comunicación y en llegar a acuerdos sobre las expectativas y deseos de cada uno.

 

¿Cuál es tu modelo de pareja?

Reflexiona sobre qué componentes predominan en tu relación y si ambos miembros están alineados en sus expectativas. Las diferencias no son necesariamente malas, pero deben ser gestionadas para evitar malentendidos y reforzar la relación.

En terapia de pareja, una de las teorías más utilizadas es el modelo triangular del amor propuesto por Robert Sternberg. Este modelo describe cómo el amor se compone de tres elementos fundamentales: intimidad, pasión y compromiso.

 

Según Sternberg, la combinación de estos tres componentes da lugar a distintos tipos de relaciones amorosas:

  • Intimidad: La cercanía, confianza y conexión emocional entre los miembros de la pareja.
  • Pasión: El deseo físico y la atracción sexual que se experimentan en la relación.
  • Compromiso: La decisión de mantener la relación a largo plazo y la disposición a trabajar en ella.

¿Qué es el «amor consumado»?

El amor consumado, según Sternberg, ocurre cuando los tres componentes están presentes y equilibrados. Es el tipo de amor idealizado, donde la pareja experimenta una fuerte conexión emocional, una intensa atracción física y un compromiso mutuo.

 

¿Siempre es necesario tener los tres componentes?

Aunque el modelo de Sternberg establece que el amor consumado se basa en la presencia de los tres componentes, en la práctica esto no siempre se aplica de manera estricta. Por ejemplo, una pareja puede experimentar una relación satisfactoria y estable sin tener los tres componentes en su máxima expresión. Esto es especialmente relevante en relaciones donde, por ejemplo, ambos miembros se definen como asexuales. En estos casos, el componente de pasión puede estar ausente, pero la relación sigue siendo satisfactoria debido al fuerte vínculo de intimidad y compromiso.

 

El verdadero desafío: las diferencias en los componentes

El problema no radica en tener o no los tres componentes, sino en las diferencias en lo que cada miembro de la pareja espera o necesita de la relación. Por ejemplo, si uno de los miembros desea más intimidad, pasión o compromiso, y no recibe la respuesta esperada por parte de la otra persona, pueden surgir conflictos. La clave está en la comunicación y en llegar a acuerdos sobre las expectativas y deseos de cada uno.

 

¿Cuál es tu modelo de pareja?

Reflexiona sobre qué componentes predominan en tu relación y si ambos miembros están alineados en sus expectativas. Las diferencias no son necesariamente malas, pero deben ser gestionadas para evitar malentendidos y reforzar la relación.

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