Son las capacidades o herramientas que cada persona tiene para relacionarse con los demás, es decir, son herramientas de comunicación, tanto verbales como no verbales, por ejemplo saber escuchar, ser asertivo, el control emocional, etc.
“Una persona que no sepa gobernar sus estados de ánimo,
que un día se levante sin ganas de hacer nada y no lo sepa alterar.
O que un día tenga ira y no sepa canalizar de manera positiva y adecuada esa ira.
O que tenga miedo, y no sepa superar ese miedo…
Es difícil que progrese en la vida.
…
Una persona que no sepa entender a los demás,
que no sepa resolver conflictos…
Es difícil que progrese en la vida”
Mario Alonso Puig
(Inteligencia emocional)
Estas habilidades resultan decisivas para un buen desempeño tanto social como profesional, ya que las personas somos seres sociales, por lo que es importante saber relacionarse.
Desde una perspectiva biológica, es importante ya que a través de una correcta comunicación podemos crecer y permanecer en grupo, protegidos. No obstante, la importancia de las habilidades sociales supera éstas cuestiones, esto es debido a que la capacidad de desarrollo personal va ligada a la aprobación social.
De hecho, comúnmente se ha evaluado la inteligencia según el coeficiente intelectual, sin embargo, actualmente se da cada vez más importancia a las inteligencias múltiples (Inteligencia lógico-matemática, lingüística, corporal-kinestésica, espacial, musical, naturalista, intrapersonal y finalmente la interpersonal). Ésta última es la que sustenta las habilidades sociales.