Ciclo de la dependencia emocional.
La persona dependiente entra rápidamente en la fase de euforia al tener un acercamiento «positivo» con alguien que pueda resultarle interesante. Apenas conoce a la otra persona la idealiza y crea sus expectativas.
Esta primera fase va llegando a su fin conforme empieza a aparecer la segunda fase, sumisión. En esta fase, se consolidarán los roles de dominación/sumisión, manteniendo una relación desequilibrada.
La tercera fase, deterioro, es similar a la anterior salvo por cuestiones de intensidad, ya que la subordinación y dominación es más pronunciada. Además el dependiente sufre psicológicamente, antes aceptaba la situación, ahora no y no tiene sentido de control. En este punto suelen darse humillaciones, burlas, etc que mermarán aún más la autoestima del dependiente.
La siguiente fase es la ruptura, normalmente por la pareja del dependiente (aunque no siempre) cansad@ de la situación. Tras la ruptura el dependiente entrará en periodo de abstinencia, probablemente intentando retomar la relación.
Hasta que retome la relación o encuentra otra persona a la que idealizar, mantendrá relaciones de transición. Relaciones más superfluas, puentes entre la ruptura y una nueva relación «ideal». Las relaciones de transición pueden resultar carentes que interés pero una buena opción ante la soledad. En estas relaciones las personas dependientes pueden mostrarse frías y distantes.
Finalmente conocerá a alguien a quien admirar, con perfiles similares a las relaciones anteriores.
Ciclo de la dependencia emocional.
Conoce las fases de la relación.
La persona dependiente entra rápidamente en la fase de euforia al tener un acercamiento «positivo» con alguien que pueda resultarle interesante. Apenas conoce a la otra persona la idealiza y crea sus expectativas.
Esta primera fase va llegando a su fin conforme empieza a aparecer la segunda fase, sumisión. En esta fase, se consolidarán los roles de dominación/sumisión, manteniendo una relación desequilibrada.
La tercera fase, deterioro, es similar a la anterior salvo por cuestiones de intensidad, ya que la subordinación y dominación es más pronunciada. Además el dependiente sufre psicológicamente, antes aceptaba la situación, ahora no y no tiene sentido de control. En este punto suelen darse humillaciones, burlas, etc que mermarán aún más la autoestima del dependiente.
La siguiente fase es la ruptura, normalmente por la pareja del dependiente (aunque no siempre) cansad@ de la situación. Tras la ruptura el dependiente entrará en periodo de abstinencia, probablemente intentando retomar la relación.
Hasta que retome la relación o encuentra otra persona a la que idealizar, mantendrá relaciones de transición. Relaciones más superfluas, puentes entre la ruptura y una nueva relación «ideal». Las relaciones de transición pueden resultar carentes que interés pero una buena opción ante la soledad. En estas relaciones las personas dependientes pueden mostrarse frías y distantes.
Finalmente conocerá a alguien a quien admirar, con perfiles similares a las relaciones anteriores.
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