Los problemas del trastorno del control de impulsos se caracterizan por dificultades a resistir el impulso, generando en consecuencia una gran tensión o activación seguida además de un sentimientoplacentero tras realizar la acción.
Es por ello que la sintomatología suele afectar a diferentes áreas vitales de la persona y/o a su entorno.
Además, quienes sufren un trastorno de control de impulsos también suelen presentar dificultad para controlar sus emociones.
TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DEL CONTROL DE IMPULSOS
En primer lugar, en cuanto al tratamiento de los trastornos del control de impulsos, la entrevista se enfocará en detectar los signos y síntomas presentes, valorando la intensidad, frecuencia y gravedad.
Resulta especialmente relevante tener claro el objetivo de la terapia: controlar los síntomas, proporcionando atención personalizada y a través de la intervención.
¿Cómo se consigue esto?
Primeramente ayudando a la persona a identificar y modificar los pensamientos y emociones, debido a que dificultan el autocontrol. Asimismo, también es importante proporcionar herramientas y técnicas para la gestión emocional y por otro lado aprender a tolerar la frustración ante posibles ataques de impulsividad.
Finalmente, se trabajarán técnicas de relajación para reducir los niveles de ansiedad y así, como resultado, pensar antes de actuar frenando esa impulsividad.
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