La ansiedad no se cura… se gestiona.

 

Según un informe de la base de datos clínicos de atención primaria de Diciembre del 2020, el problema de salud mental más frecuentemente registrado es el trastorno de ansiedad, afectando al 6,7% de población (teniendo en cuenta que se trata de pacientes diagnosticados recibiendo tratamiento), otros informes cifran la prevalencia en un 14-18% de la población, afectando en mayor medida a mujeres. 

 

Atendiendo a las causas de su aparición, aparte de los factores genéticos o de personalidad de cada persona (ansiedad rasgo), no podemos olvidarnos de los factores ambientales (estresores del día a día, la ansiedad estado). Por lo que nadie está exento de sufrir un cúmulo de situaciones a lo largo de la vida que disparen esa ansiedad (problemas de salud, económicos, familiares…).

 

Otro aliciente es que cuanto más nos preocupemos por la propia ansiedad, más hipervigilante estaremos y entraré en el círculo vicioso de la ansiedad, por lo que considero que el tratamiento de la ansiedad no debe enfocarse a curar definitivamente dicho problema (sería  como garantizar que durante la vida no vamos a tener una serie de situaciones que disparen esa ansiedad), sino que más bien debe enfocarse a través de su aceptación y adquirir una serie de herramientas para aprender a gestionarla.

 

Además, no podemos olvidar que la ansiedad es una emoción que como tal cumple su función, así que recuerda…


«La ansiedad no se cura… se gestiona».

 

 

La ansiedad no se cura…

se gestiona.

 

Según un informe de la base de datos clínicos de atención primaria de Diciembre del 2020, el problema de salud mental más frecuentemente registrado es el trastorno de ansiedad, afectando al 6,7% de población (teniendo en cuenta que se trata de pacientes diagnosticados recibiendo tratamiento), otros informes cifran la prevalencia en un 14-18% de la población, afectando en mayor medida a mujeres. 

 

Atendiendo a las causas de su aparición, aparte de los factores genéticos o de personalidad de cada persona (ansiedad rasgo), no podemos olvidarnos de los factores ambientales (estresores del día a día, la ansiedad estado). Por lo que nadie está exento de sufrir un cúmulo de situaciones a lo largo de la vida que disparen esa ansiedad (problemas de salud, económicos, familiares…)

 

Otro aliciente es que cuanto más nos preocupemos por la propia ansiedad, más hipervigilante estaremos y entraré en el círculo vicioso de la ansiedad, por lo que considero que el tratamiento de la ansiedad no debe enfocarse a curar definitivamente dicho problema (sería  como garantizar que durante la vida no vamos a tener una serie de situaciones que disparen esa ansiedad), sino que más bien debe enfocarse a través de su aceptación y adquirir una serie de herramientas para aprender a gestionarla.

 

Además, no podemos olvidar que la ansiedad es una emoción que como tal cumple su función, así que recuerda…
«La ansiedad no se cura… se gestiona».

 

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No lo dudes y reserva tu tiempo para aprender a gestionar la ansiedad. 

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